Veintinueve

martes, 20 de septiembre de 2011

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[...]

La raiz es el origen
y el origen, los amigos
los que saben como nadie
como soy, y como vivo

Los que están siempre a mi lado
cuando mas lo necesito
sin pedirme nada a cambio
los que aceptan mis defectos, mis virtudes
y altibajos

[...]



A Miguel, el hermano que nunca tuve y siempre quise tener.

Y a todos aquellos amigos que me aguantan y me soportan a pesar de mi cabecita loca.

Como entonces, tenía que...

sábado, 10 de septiembre de 2011

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Retumban en mi cabeza una y otra vez canciones que en circunstancias similares me han acompañado ya en otras ocasiones. He pasado en estas semanas de no tener claro como afrontar el previsible final de una "relacion" que iba a ser en poco tiempo a distancia, a encontrarme con un interlocutor mudo, ausente y distante que, segun descubrí por su propia boca hace pocos dias, tenía todo perfectamente claro.... aunque jamás dijo ni MU.

Retumban en mi cabeza canciones de desamor que me han acompañado en otras ocasiones no tan lejanas. Siempre es la misma historia que se repite sea cual sea el individuo que se encuentra al otro lado. Lo mejor de todo es que la fómula del funcionamiento a pleno rendimiento de la maquinaria de la convivencia yo la conozco desde hace mucho tiempo y la intento aplicar con mayor o menor fortuna.

La comunicación. O, hablando se entiende la gente. No hay otro secreto. Si me dices lo que piensas, lo que te gusta, lo que no, lo que se puede mejorar, o tal vez sea inmejorable, si te digo lo que me pasa por la cabeza, así es como podremos entendernos.

La sinceridad como bandera. No voy a ser yo quién lo vuelva a decir. Mis amigos, quienes me conocen, quenes me quieren lo pueden decir.

Por eso me duele, como si me partiese un rayo en dos, frases como "tenias que haberte dado cuenta", que es una de las explicaciones que he recibido de este final que yo no he decidido y por el que nadie me ha preguntado si queria que ocurriera de semejante manera. Mas aún me duele la total tranquilidad y convicción de haber hecho las cosas bien con la que me soltaron esas palabras. Tenía que haberme dado cuenta.

Si, tenía que haberlo visto. Tengo suficientes pelos en los huevos, pero sigo siendo tan gilipoyas de creer en la buena fé de las personas. Y asi me va. Me siento estafado por una persona en la que he creido durante meses y a la que, no lo negaré, no he sabido dar lo que se merecía. Pero nada puede justificar el silencio cuando, otra cosa no, pero sinceridad te han dado por un tubo.

No voy a darle mas vueltas. Ingenuo de mi, que pretendia arreglar y normalizar todo, pensando incluso que tal vez el pobre tuviera algún tipo de problemas. Pero no, no me dí cuenta de que habían decidido sin preguntarme que opinaba. Lo hecho, hecho está. Me jode no participar en las decisiones que me afectan, y como en el caso de hace apenas medio año atrás, ha vuelto a pasar. Y, como entonces, punto y final.