Así como quien no quiere la cosa ha pasado el día de San Isidro, patrón de Madrid. Desde la distancia que propicia la geografía y el tiempo, uno va comprobando como sin posibilidad de vuelta atrás, las fiestas de San Isidro ya no son lo que eran. Aunque bueno, pensándolo fríamente, lo de que ya nada es lo que era lo podemos aplicar a tantas tantas cosas...
Sin ser muy amigo de festejos y celebraciones, he de decir que en mi época estudiantil, e incluso después, pude disfrutar de varios San Isidro medianamente decentes, con buenos conciertos en la Plaza Mayor. Una de las ocasiones que mas recuerdo fue cuando fuimos varios compañeros del instituto y yo a la emisión en directo desde el escenario de la Plaza Mayor del programa de M80 "La Gramola", cuando apenas llevaba dos o tres temporadas (que yo recuerde) en emisión presentado por Joaquín Guzmán, y ciertamente aquel programa estaba tomando bastante popularidad entre estudiantes, sobretodo universitarios, y no tan estudiantes. Si mi penosa memoria no me falla, vimos actuar en directo a Kiko Tovar, Amaral e Ismael Serrano. Me suena que hubo alguien mas, no tengo claro si eran "Los Lunes que quedan"... Creo que aquel fué mi segundo "encuentro" con Amaral que me dejó tan impactado o mas que con el primero, pero bueno, eso formará parte de otra historia.
Con una celebración que anda de capa caída, son habituales las voces que afirman que aunque San Isidro sea el patrón y haya que celebrarlo, las auténticas fiestas de Madrid son las del Orgullo Gay, cuyo poder de atracción de masas es digno de ser presenciado en directo. Yo sólo he estado en un par de ocasiones hace ya varios años, una vez en el "desfile" o "Gay Parade" que suena bastante mas cool, y el año anterior un rato que salí por Chueca con mis amigos Manu y Carlos (cuando salían juntos). Pero a pesar de que mi experiencia puede ser poco relevante, sí que es evidente que los números confirman que es un evento que atrae a muchísima gente.
A propósito del tema gay, no se si alguna vez he contado (es bastante probable que sí) cómo fue que descubrí que (oh, casualidades) me atraían bastante mas los tíos que las tías. Siempre que hablo (en la actualidad, o en los últimos años) con gente bastante mas joven que yo, me llama poderosamente la atención que la mayoría de ellos con 12, 13 años, incluso antes, han tenido claro que lo que les atraía eran los tíos y no las tías, lo cual es una gran suerte para ellos. En mi caso, he de decir que, posiblemente motivado por todos aquellos insultos que recibí durante años en el colegio por la tremenda pluma que manejaba (sólo me faltaba despegar), durante mi adolescencia nunca sentí una especial atracción ni por chicos ni por chicas. También es cierto que nunca fui excesivamente sociable, era (y sigo siéndolo, pero bastante menos) muy introvertido, tremendamente vergonzoso, y mi pequeño circulo de amistades creo que, por otras circunstancias, les pasaba un poco como a mi, que pasaban de todo. Sí, amigos, estáis pensando bien: mis amigos y yo éramos los marginados del colegio. Son cosas que pasan.
Dicho todo ésto, he de confesar que aunque la mayoría de gente de la edad que yo tenía entonces se dedicara a experimentar con rolletes, y yo en cambio me dedicara a hacer fotos a trenes, no era impedimento para que me sintiera atraído por alguna(s) chicas, generalmente de la clase de al lado, porque las de la nuestra, no eran orcos, pero eran, lo que ahora conocemos como "cani", "poquera", "choni", etc... (somos de Fuenla, que esperábais...) El caso es que con alguna del cole, mas tarde del insti, llegué a sentir verdadera atracción, pero nunca llegó a pasar nada.
No fue hasta los diecisiete o dieciocho años, mas o menos, cuando empecé a experimentar con un internet recién llegado a casa. Claro que en aquella época no había ni "xtube" ni similares, y encontrar porno medio decente y libre de virus, no era complicado, pero tampoco sencillo. El caso es que pasadas dos o tres semanas de la llegada de Internet a casa, y harto de ver los mismos vídeos porno convencionales, me dio por explorar otro tipo de vídeos (de todo tipo, no voy a ser mas explicito), hasta que me topé con videos porno bisexuales, generalmente con dos chicos y una chica. ¿Y al final una cosa lleva a la otra? No es tan sencillo.
Nuestra generación, evidentemente no es equiparable a los educados en la época de Franco o de la Transición, pero evidentemente la información que teníamos era nula. El único referente que yo recuerdo de "maricón" era Paco Clavel. Y para mas inri, vivimos en directo el lío del Pub Arny de Sevilla, que salpicó a muchísimos famosos que salieron forzosamente del armario por éste asunto, por no hablar del pleno apogeo del Sida, en una época en que los pobres (y las pobres) caían como chinches... Vamos, que, no ya ser, sino que simplemente se te pasara por la cabeza que te atrajesen los tíos, era cuanto menos una desgracia.
Lo de aquellos vídeos siguió durante algún tiempo, hasta que empecé a ver porno gay. Y ¡claro que me gustaba!. Aquello siguió en secreto durante algún tiempo mas, durante el cual pensaba que simplemente me gustaban las tías, pero ver vídeos de tíos me ponía cachondo. Después, cuando tuve mi primer lío con un tio, con el que empecé a salir poco después, pensaba que me gustaban las chicas, y mi novio. Mas tarde, era claramente bisexual, pero procuraba ocultarlo. Luego me sentí agusto con el término gay, pero no con "maricón". Con el tiempo saqué en claro dos cosas: una: que gay, marica, mariquita, maricón, bujarrón, sarasa, soplanucas, muerdealmohadas, invertido, vicioso, "bi"cioso, el adjetivo que quieras, pero yo no lo he elegido, me ha tocado, y bien orgullos de ser lo que sea. Y otra, es que las etiquetas me dan igual, porque te enamoras de las personas, no de su sexo.
Es Jueves, dieciséis de Mayo de 2013, son las tres y cuarto de la madrugada y en Portbou hacen doce grados, el cielo está parcialmente nublado y sopla viento moderado de tramontana (¡como no!)
jueves, 16 de mayo de 2013
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