El fin de semana ha pasado rápido y casi sin tiempo libre porque, aunque no lo tenía planeado, aprovechando mi estancia en Madrid me apunté al Jarama Vintage Festival, un evento "revival" en el Circuito del Jarama al que se podía acudir con coche clásico. Este año se celebraba la tercera edición (ya había acudido a la primera) y la verdad que el ambiente durante todo el fin de semana fue genial, habiendo mas gente incluso el domingo que el sábado (contra todo pronóstico dado el empeoramiento del tiempo).
Para la jornada del sábado opté por llevarme mi querida Siata, que se pegó un buen viaje, ya que desde mi casa hasta el circuito hay casi cien kilómetros, y entre ida, vuelta y paseos varios os podéis figurar que al final fue bastante agotador.
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Diego a los mandos de mi pequeña furgoneta, junto a los autobuses históricos de la EMT de Madrid |
Una vez allí, me encontré con mis amigos Javi e Iñaki, que fueron con el 2CV de éste último, y Diego con su novio Jorge que fueron con el flamante 124 de Diego del que creo que ya publiqué alguna foto tiempo atrás. Como fui el último en llegar (para no perder la costumbre, aunque también hay que decir en mi defensa que no solo venía de mas lejos sino que también llevaba el vehículo mas lento) ya ellos me informaron de todo lo que había y de la salida a pista a la que me podía apuntar, como así hice.
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Ya sabéis que si no hago fotos me muero. Así que aprovechamos para cascarle unas cuantas a nuestros bólidos juntitos |
Así que, marajeta o no, llegada la hora me dispuse a dar unas cuantas vueltas al circuito con mi fabuloso bólido. Dudo mucho que en alguna ocasión anterior una Siata haya "corrido" por el circuito (por llamar correr a los escasos 90-100 km/h que pude cojer en la recta), que no es ni mas ni menos que la misma velocidad a la que suelo circular por la autovía. Además, que aunque pudiese coger mas, no iba a "fundir" a la pobre furgoneta porque tampoco se lo merece.
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El último de la fila, con la recta del circuito despejada para mi |
Lo cierto es que no adelanté a ningún otro coche, todos me adelantaron a mi sin excepción, ¡hasta el Safety Car me dobló!
Por su parte, la jornada del Domingo fuí con el 124, al que he restringido bastante las salidad y excursiones en aras de su buena conservación (además de una mala experiencia que en algún momento contaré). En esta ocasión fuí con mi amigo Marcos y nuevamente Diego se unió con su "hermano" 124.
Pero el plato fuerte del domingo, para mí, era acompañar en su retorno a cocheras a la pareja de autobuses históricos de la EMT, a los que pude fotografiar a placer por la carretera mientras Marcos conducía, y con los que disfrutamos todos como enanos durante su estancia en el Jarama (con paseos por el circuito includo, con los buses hasta arriba de gente).
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Mientras Marcos conducía el 124, desde el asiento trasero yo fotografiaba los buses de la EMT por la A1 |
Y así terminó un fin de semana fabuloso y digno de repetición. Buenas máquinas, buena compañía, buenas fotos... Sólo faltó ligar.
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