La cita

Hoy, por fin, tras varios cambios de planes para esta noche, voy a conocer a aquel chico del chat del que hablé en un post. Durante éste tiempo hemos hablado de vez en cuando por teléfono, y la verdad que tengo ganas de conocerle. El hecho de que sea para mí una cita a ciegas (porque yo no sé como es él mas allá de su voz por teléfono, pero él si ha visto alguna foto mia en éste blog) hace que me muestre un tanto escéptico, ya que éste tipo de citas nunca me han salido muy allá, pero habrá que ver qué tal sale la cosa.

Hablaba el otro dia con Diego de que éste blog no me parece tan igual al anterior, mas que nada porque cuando escribia hace un par de años, cada dos por tres andaba detrás de algún chico andaluz (qué tendran, ¡que tendrán!...) con lo que con mas o menos frecuencia hablaba de mis ligoteos esporádicos o mas serios. Hoy el hecho de que ligue es algo así como un acontecimiento digno de marcar en el calendario con rotulador fosforito ("4 de Diciembre. Ultimo dia en que Mario ligó", por porner un ejemplo). Creo que para todo hay una media y, ni quiero ser muy promiscuo, ni quiero ser una monja de clausura, así que o me echo un novio que me saque de la soledad en la que estoy inmerso, o me busco una panda de sex-friends que al menos me den una alegría al cuerpo de vez en cuando.

Y ahora, con permiso, o sin él, voy a adecentar éste cuerpo serrano, que tengo una barba de dos semanas y no es plan. Os dejo con una canción de un grupo de glam-rock de los años ochenta, Sangre Azul, con el maestro Carlos Raya (Quique González, Fito, y M-Clan, of course) en la guitarra. Me gusta como suena pero me recuerda mucho a un capitulo de Aida en que el Luisma montaba un grupo (Metal-Dona).