Esta tarde, por esos avatares del destino, en mi caso el trabajo, he acabado en Valencia. He llegado en un Alaris a última hora de la tarde y, antes de irme al hotel, me he pasado por una gran superficie para comprarme un cargador de portátil, ya que el mio me lo dejé en casa, y me apetecía conectarme un rato desde aqui. El caso es que, al final, el cargador no me vale, así que al final, voy a escribir lo que dure la poca batería que me queda.
Tengo la impresión, en ocasiones como hoy, de que me estoy volviendo un poco "pueblerino", ya que el paseo a pié desde la estación del Norte hasta Colón no he hecho mas que sorprenderme de cuantísimos chavales gays he podido ver. De hecho, he llegado a entrar en un Pull and Bear (no sé si se escribe así) lleno hasta las trancas de chicas y multitud de jóvenes afeminados que por poco me producen un colapso cerebral. El riesgo de inundación por acumulación de babas era tal que he abandonado rápidamente aquel lugar, aunque eso si, sobretodo por salvaguardar la integridad de la tarjeta y mi cuenta, bastante maltratada en los últimos dias por las compras de recambios para el escarabajo.
La cuestión es que, en una reciente conversación con un amigo, hablábamos de cómo seremos y/o estaremos dentro de diez años, porque si ahora, con veintisiete, me gustan con unos años menos que yo, con treinta y siete ¿me gustarán de la misma edad? ¿No sería un poco patético, en tal caso? Porque, cuando por casualidad vemos a un madurito intentando ligar con un chavalin, me da un poco de cosa la verdad. Quién sabe qué pasará en el futuro...
Éstos dias me ha hecho recordar éste tema la gran polémica con la señora Irish Robinson, una señora super conservadora y católica de sesenta y tantos años que le ha puesto los cuernos a su marido con un chaval de diecinueve años... y ¡con su padre también! Ahí es nada. ¿Acabaré así cuando esté mas cerca de la tercera edad que de la edad en que te quitan el carnet joven? Quién sabe... mientras tánto tomaré nota de éstos interesantes consejos de Ana Morgade.
viernes, 15 de enero de 2010
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2 comentarios:
jajaja Mario, la edad es algo muy relativo y para todo hay en el huerto. Si te siguen gustan poco hechos pues alguno habrá que le gusten maduritos...
yo en mi caso siempre los he preferido alrededor de mi edad pero algo mas jovenes que yo... pero no ha sido con lo que me he quedado al final jajaja
Yo tengo ese mismo gusto, pero para mi supone un problema, porque encima me da cargo de conciencia. Vale, es una gilipollez,pero yo me siento así muchas veces, y cuando veo a un tio de 20 o 22 años que me gusta, me siento mal.. y en ese caso no les sacaría más de 10 años, pero me produce un sentimiento contradictorio. Así que como no encuentre el huerto del que habla Adrianos, y en breve, no se que será de mi.
Un beso cielo
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