¿Ande te metes?

Eso digo yo, que dónde me meto. Una cosa es segura: En casa no.

Las creaciones de las nuevas tecnologías pueden hacer que todo lo que andurrea uno se quede grabado.

Así que, con la cosa del trabajo, llevo tres semanas que no he parado quieto ni un ratito. Menos mal que hace dos meses dejé preparadas varias entradas automaticas con los videos que me recuerdan a..., porque si no vaya panorama!. En fin, os contaré alguna cosilla, que es de lo que se trata.

De mi yogurin folla-amigo poco os puedo contar porque, como os podéis figurar, no he podido apenas verle un ratin en todos estos dias, lo cual por una parte bien pero por otra mal. Bien porque, ciertamente, tengo la sensación de que se está enchochando conmigo, lo que me asusta ya que, por experiencias anteriores, cuando uno se enchocha y el otro no... mal se va a acabar. Y mal porque, ya que le habia cogido el ritmillo (y el gustillo como no) a hacer ciertas "guarreridas", ahora llevo un mes y pico sin hacerlo porque no hemos podido quedar. ¡Vaya tela!

Otro que anda desaparecido en combate de la "blogsfera" es Miguel, que no se que carajo hace que no escribe nada. ¡Vamos muchacho! ¡Que tú si estás en casa!

Mas cosas. Mis dos gatos están encantados de la vida. Salvo cuando les tengo que dejar en casa de mis padres, que Lúa se me estresa y se tira las noches maullando. Pero cuando vuelve a casa, como una reina. He aqui la prueba.

Mas cosas aún. Llegó la primavera, los árboles han florecido, y parece que este año habrá una buena colecta de peras, manzanas y almendras. Lo que debería haber empezado a plantar son los tomates, pero chico... no tengo tiempo ni para escribir, como para ponerme a plantar!.

Con la primavera también llega la temporada de concentraciones de coches clásicos. Y ahora mismo, no tengo ni uno útil. La Siata pasó por el taller, ahora va fenomenal de caja de cambios (se la hemos cambiado) y si mañana me levanto pronto irá a la ITV. Y el domingo a la concentración de Villaviciosa, si todo sale como debe. La cucaracha amarilla está a falta de un purgado de frenos y un arreglito en el pedal de acelerador. Y si todo va bien la semana que viene también irá a la revisión. El 127 amarillo, mas de lo mismo, todo lo que tenia que hacerle está hecho, a falta de volver a montarle los asientos que los tuve que volver a quitar para cambiar un tubo de freno. Así que en cuanto tenga un ayudante podré tenerlo listo. Aún así, si los tengo a punto, tampoco sé si tendré tiempo de disfrutarlos un poquito, porque vaya ritmo que llevo.

Lo que sí que espero que salga bien es un viajecito que tengo en mente y para el que ya tengo medio convencido a Miguel. Ahora nos falta un fotografo y a ser posible conductor de reserva. Porque habrá que dejar una buena constancia grafica de nuestra hazaña. A ver, a ver...

Una última foto de éstos dias. Entre tren y tren pude ir a ver a mi amigo Victor en un par de visitas relámpago. He aqui una foto con su BMW.