La diputada que gritó "Que se jodan"

jueves, 9 de agosto de 2012

 

Qué os puedo contar que no os figuréis. La clase política en este país, no es que esté mal, está fatal: corruptos, vagos, falsos, mentirosos, ladrones... Si, es cierto, no todo el mundo es igual, pero para nuestra desgracia, las excepciones (honorables todas ellas) parecen ser la excepción que confirma la regla: raro es el lugar en el que "fulano" ha colocado a "mengano" o compran farolas a "no se quien" cuya empresa es del primo de este. Farolas, semáforos, aceras, asfaltados, edificios, lo que haga falta oiga, el ánimo de lucro que no falte.

 Qué duda cabe de que, todo ésto, no es más que una cuestión cultural, lo llevamos en la sangre, nos encanta inaugurar cosas nuevas, levantar nuevas urbanizaciones, edificios, equipamientos urbanos (sin equipamiento), carreteras, metros, etc... Nos mola el derroche, el lujo de lo nuevo y cool; tirar millones y millones en obras y construcciones sin sentido no es problema para unos políticos que, mientras la bebida, las putas, y la farlopa, sigan corriendo a cuenta de los que se llevan la pasta, todo lo demás se la trae al fresco.

 Pero ¡ojo!, que esta clase política no solo tiene la virtud de perderles los billetes, las mujeres y el vicio, sino que, gracias a la exquisita educación recibida desde generaciones y generaciones anteriores, esos fabulosos cargos que ostentan (gracias a que un gran número de ciudadanos les vota sin saber quién realmente ocupará esos escaños), para mas inri, son ¡hereditarios!. ¿Acaso creéis que tardaremos mucho en ver andurrear por los pasillos del congreso a algún hijo del sagrado matrimonio Aznar-Botella? Sólo hay que ver que, de vez en cuando, uno se va enterando de los pasados familiares de alguno que otro.

 - Mira, ese diputado, ¿a que no sabes de quien es hijo?
 - Pues ni idea
 - Es el sobrino del nieto de un general de cuando gobernaba Franco.
 - Y ¿cómo ha acabado aqui?
 - Porque el padre es del Opus Dei y tiene mucha amistad con tal ministro, y además comparten ducha en el club de pádel. Y el padre de éste y el abuelo del chaval eran íntimos amigos, de ahí que haya echado un cable al chaval
 - Un cable al cuello des echaba yo a todos

 Y de ésta manera, como vulgares rumiantes, vamos a seguir comiendo años y años la misma mierda porque, aunque unos se vayan, nos van a dejar su mejor regalo, su mayor mierda, como puede ser una descendencia aún peor que ellos mismos. Y si no, he aquí el caso de la susodicha señora que da título a éste post. Y, sinceramente, puede ser ella, como podría ser el que se sienta en la silla de al lado, o en la grada de enfrente: poco importa porque la gran mayoría de señores que se sientan ahí están corruptos y corrompidos por el vicio del poder.

 Y es que poco le faltó a ésta mujer para llegar al orgasmo cuando el señor presidente del gobierno anunció miseria y más miseria para la mayor parte de los ciudadanos de éste país. Ese "Que se jodan" para los parados podía haberlo sido igualmente para funcionarios, estudiantes, profesores, médicos, enfermeros, etc... porque, que se jodan todos los de abajo mientras éllos sigan chupando del bote y viéndolas venir desde su particular atalaya.

 Y lo peor de todo, no es ya ésto, es que se le busque una justificación del tipo "es la bronca típica del hemiciclo", o es que se han calentado. No señores, esto no funciona así. A ustedes no se les paga ni por montar broncas, ni por insultar a nadie, y menos aún en la situación en que estamos. Pero claro, esta gente no está en política para solucionarnos a nosotros la vida, ni para hacernos mejor la existencia, ellos mismos saben y reconocen que están puestos ahí para forrarse, cueste lo que cueste y pese a quien pese.

1 comentarios:

Laura dijo...

Lástima no ser hijo de, sobrino de o nieto de....
Más claro no lo has podido exponer...