Bodas, bautizos y comuniones

domingo, 17 de octubre de 2010

 

Hoy es temprano para mí (y para ser un domingo), pero no tengo mas sueño, y eso que me acosté a las cinco de la madrugada, es decir, hace un ratito. Y con lo dormilón que yo soy, se me hace raro no poder dormir.

Me acosté hace un rato porque, como conté unos dias atrás, me fuí de boda, era la primera vez que me invitaban a algo así y la verdad que estuvo muy bien. Una de las cosas que he aprendido anoche es que, decididamente, soy un asaltacunas. Y voy a contar porqué, pero he de empezar por el principio.

Si anoche fué la boda, la semana anterior fué la despedida de soltero, y no puedo negar que fuí, no solo con la intención de desconectar, sino porque quería ver si era capaz de ligar con alguien, algo complicado teniendo en cuenta que, una despedida de soltero se me antojaba como algo totalmente hetero: alcohol, fiesta y putas. Y además que, como he contado una y mil veces, yo soy muy timido, así que complicado plan.

Pero, por una vez, he de reconocer que me lancé, no con los resultados esperados, pero oye, es un paso. Estabamos en un bar a eso de las ocho y media de la noche (bastante pedalizado, algo poco habitual en mi) cuando avisté un yogurín vestido con un pantalón rojo y a juego con un jersey del mismo color, andares amanerados y completamente imberbe. Por su look, era algo así como "Hola, soy tu menstruación" pero en versión chico (¿Sería, tal vez, en nuestro mundillo un "Hola, soy tu desgarro"?). El caso es que minutos después descubrí que este muchacho se encontraba cenando con cuatro amigas mas en unas mesas donde, he aqui la cuestión, se hallaba sentado uno de los miembros de nuestra despedida y que estaba intentando ligarse a alguna de las yogurinas alli presentes. Así que, tras pensarlo varios minutos, allí fui yo con mi cubata en la mano y propuse a las chavalas que me presentaran a su amigo, pero ciertamente pasaron completamente del tema. Así que comencé un plan B consistente en sentarme con las chicas, como estaba haciendo aquel muchacho de la despedida, y ponerme a hablar con ellas a ver si iba colando la cosa. Y el caso es que hablar hablamos mucho, no se creían que fuera gay, y me costó convencerlas de que quién realmente me interesaba era su amigo y no ellas. El caso es que, mucha charla, pero el chaval estaba muy cortado y, como correctos adolescentes de pueblo, se recogieron prontito a casa y me quedé compuesto y sin ligue.

El caso de la boda de anoche fué algo parecido: yo ya estaba bebido y tenía echado el ojo a dos jovenzuelos, uno que era el clon de el Jonas brother del medio de la foto, que seguro que encima es el que mas triunfa. Pero tampoco me terminó de convencer así que pasé (además que era demasiado pequeño para mi). Pero había otro chavalín al que había echado el ojo y que, además, él tampoco dejaba de quitármelo. De hecho, coincidimos dos veces en el WC y yo creo que no fué casual. El bajón vino cuando, indagando acerca de aquel yogurín encorbatado, me enteré de que era... el hermano de la novia. Y para remate, tenía sólo 16 añitos... A tomar por culo.

Juro por lo que haga falta que para nada aparentaba tener 16 años, y además como digo, él tampoco me quitaba el ojo, con lo cual pensé que me estaba siguiendo el rollo de las miraditas. Pero, a pesar del bajón, y como ví que nada cambiaba en todo aquel rato, al final me planté ante él y, tras preguntarle si hera el hermano de la novia, le solté algo así como "tio, estas muy bueno y me pones mucho. Si quieres que quedemos un dia, Manolo (el novio, que conoce perfectamente mis gustos y aficiones por la carne poco hecha) te dará mi número". El pobre debió alucinar en colores, porque además ésto fué ya cuando nos íbamos casi todos. Después me despedí de la Novia comentándole, igualmente, cómo me ponía su hermano pequeño. ¡Pero si solo tiene 16 años!, me dijo. Si, si, dieciséis años, pero hoy en día, con dieciséis años, muchos chavales saben latín. Y griego, por supuesto.

1 comentarios:

Christian Ingebrethsen dijo...

Jajajajaja, pero bueno al menos te lanzaste, algo es algo. Y quien, igual podría llamarte el hermano de la novia no?

Besos.