Odio Telecinco. ¿Marica raro?

Todo este post viene por una serie de circunstancias varias que me han ocurrido en los últimos tiempos. De entrada no, no veo la televisión. Y si no fuera por mi viejo la hubiera quitado del salon, eliminado los tdt's y demás.

No veo la televisión porque salvo contenidos muy puntuales (en su mayor parte de La Sexta), prácticamente todo lo demás me parece auténtica telebasura "de manual". El programa de la que, en su momento, fué la tal "Patricia" es un ejemplo más, ¡es todo un montaje, una farsa!. ¿Que clase de divertimento tiene ver las (falsas) penurias de la gente? Eso sin entrar a hablar de los rollos del corazón, se llame, Tómbola, Tómbola deluxe, DEC, DOC o DUC, me da igual. Me parecen la misma mierda con distinto nombre, siendo claros.

También puede ser que todo sea una cosa de concepto y yo haya salido rarito. De la misma manera que me la trae al fresco que el vecino con el que jugaba de pequeño haya preñado tres veces a su novia, o que su hermana esté con un tio que le saca treinta años, o que le hayan embargado el piso a los del sexto, me importa un rábano con quien se acuesta éste o aquel famoso, primo de famoso, asistente de famoso, o lapa de famoso. Yo no se qué tan importante es el tal Kiko o el tal Coto Matamoros, o la tal Chelo, la Patiño, la Lomana (joder, parece que hable de travestis) o la triste Belen Esteban como para que horas y horas y horas de televisión se consuman con las discursiones de ésta gente. Y lo que es peor, ¡que la gente lo vea! ¿En serio hay alguien que se pueda creer todo eso que hacen? Yo no salgo de mi asombro.

Mas aún me asombra que, gente que acabo de nombrar y que, sinceramente, no se qué cualificación tienen como para hablar de ésto o de lo otro, tengan, además, una columna en la revista gay "Oh my god", "sustituta" de la desaparecida Zero y dirigida por el actor Martin Mazza.