Dosmil kilómetros en Seat 124 (y III)

jueves, 16 de enero de 2014

 

Bueno, como ya habéis podido comprobar por las fotos que publiqué los días pasados, éste año la concentración nacional de Seat 124 tuvo lugar en Valencia, lugar al que no volvía desde mi salida de Continental Rail, y que, sinceramente, tampoco echaba de menos. Independientemente de que la ciudad en sí sea mejor o peor, lo cierto es que no guardo buenos recuerdos de aquel sitio y no es para nada el lugar en el que pensaría para pasar unas vacaciones, a pesar de que, lo que pudimos ver de la Albufera en la concentración resultó de lo mas atractivo.

Dicho ésto, el principal problema que surgía con el tema de la concentración era que, una vez terminada, debía devolver el coche a mi casa y salir pitando para Portbou para, por una parte cambiarme de piso en un solo dia (ya que encontramos otro mas económico), y para re-matarlo por la noche ir a trabajar. Así que la cosa pintaba bastante mal, ya que como muy pronto me podría presentar en Portbou al mediodía del lunes, sin tiempo material para hacer la mudanza a pesar de haber dejado todo recogido en cajas durante las semanas anteriores.

De manera que la solución final, y creo que la mas razonable, fué salir desde Valencia a Portbou con el 124, aprovechar la parte del domingo que fuese posible para bajar muchas de esas cajas con el coche (si no hubiera que haberlas llevado a mano por unas calles plagadas de cuestas y escaleras), y el lunes continuar con la mudanza y el montaje de la nueva habitación. Además, así podía llevarme a Dani sin que el pobre tuviera que hacer un desembolso exagerado con el billete del Ave hasta Gerona, que no es precisamente barato.

Pasada la mudanza, y una vez ya acomodado en el nuevo piso, habitación montada, etc... pasamos juntos un par de semanas en Portbou antes de volver a Madrid con el 124, siguiendo la misma ruta que éste año hice en junio con el escarabajo, y en julio con el 1500. Uno de los días aprovechamos, como no podía ser menos, para pasar la frontera y hacernos las fotos de rigor con nuestro particular abuelo viajero.

La foto en la frontera es obligatoria. A la izquierda se ven las vías de la estación de Cerbere. 


Otra foto "obligatoria" e irrepetible: el 124 en el paso a nivel de Cerbere, mientras por el mismo pasa el Talgo Mare Nostrum Cartagena-Montpelier, que ha sido retirado de la circulación al abrir la conexión por alta velocidad con Francia. Ésta foto es una de las que he elegido para el calendario de bolsillo de éste año.  

Cerbere esconde algunos lugares peculiares para hacer fotos, como ésta "riera cubierta"...

... o este pasadizo peatonal bajo la estación, con una decoración totalmente "urban" mas propio de algún suburbio de una gran ciudad que de un pueblo perdido en el mapa. 

Finalmente llegó el momento de la despedida. Minutos antes de partir hacia Toledo, hicimos una breve parada en lo alto del puerto por la carretera antigua para fotografiar el 124 y Portbou. La carretera serpenteante del fondo es la que comunica con Cerbere, y en la cima de la ascensión es donde está hecha la primera foto, apuntando hacia el lado francés. 

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