Conciertos en la playa

viernes, 18 de septiembre de 2009

 

Este verano, durante mis vacaciones, he vivido dos experiencias musicales sin igual y que recomiendo encarecidamente.

El primer episodio tiene que ver, nuevamente, con el sur: el concierto de apertura de la Feria de Málaga. A decir verdad, yo no tenia ni puta idea de ésto, y si lo llego a saber me voy directamente para allá desde Madrid, porque me perdí un concierto de Despistaos, que me gusta, y de Estopa, que me gusta menos, pero me parece audible. El caso es que unos amigos de Madrid bajaron a pasar el fin de semana a Málaga y nos apuntamos a dar una vuelta por la capital, y nos encontramos con un increible conciertazo en la playa de Kate Ryan. Y digo impresionante no por la pava esta, sino por el tremendo despliegue técnico de luz y sonido,y por supuesto afluencia de personal en la playa de la Malagueta. Yo en la vida había visto tantos megavatios de sonido juntos, y esque aparte de la torre de altavoces del escenario, unos trescientos metros mas atrás habian dos tremendas torres de altavoces que debian atronar hasta a los almerienses. Los vecinos, desde luego, debían estar que trinaban, pero desde luego que la juerga que allí habia montada era de órdago.

Las canciones de la rubia no estaban del todo mal, me quedo con ésta que fué una de las últimas qeu tocaron. Por cierto que uno de los teclados de la banda perdía aceite a razón de 300 litros por segundo por lo menos ¡la virgen!. Menos mal que no era mi tipo, que si no me hubiera puesto malito all mismo entre tanto malaguita bronceado y mazao.



Ahora nos trasladamos en el tiempo y el espacio. Barcelona, mi primer cárter arreglado, comienzo a abusar de la hospitalidad de mi amigo Hugo y de Luis y me alojo en la casa del primero. Desde hacía varios dias Luis Ramiro había anunciado una "kedada" musical en la playa de la Barceloneta para uno de los dias que yo estaba en Barcelona, así que sin dudarlo me apunté. Y si la experiencia malagueña fué increible por el despliegue técnico y por la afluencia de gente, éste concierto fué justo lo contrario: eramos bastantes, pero lo único que habia allí eran guitarras y cuerdas vocales. Luis, Marwan, y Rafa Pons (al que conocí alli, pues jamás lo habia escuchado) tocaron durante varias horas multitud de canciones entre anécdotas como el hombre nudista que salía del agua, o la máquina limpiadora de la playa que obligó a retirarnos durante un rato de nuestro asentamiento.

Y aunque aquello duraba y duraba, yo me tuve que marchar por no incomodar a mis anfitriones, que no aguantaron mucho allí sentados y se fueron a casa (lógico si no te gustan los cantautores). De aquella noche, además de un muy buen recuerdo, me llevo también el primer disco de Luis que era imposible de conseguir, y rematando la faena, firmado por él, que dicho sea de paso, es un encanto. ¡De San Cristóbal tenía que ser!.

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