Frente a la pantalla

Llevo muchos dias, cerca de un par de semanas, intentando ponerme frente a ésta pantalla en blanco que hay que rellenar de letras para seguir contando mis cosas, ya que al fin y al cabo la vida sigue, y hay que continuar. Pero lo cierto es que, ni he tenido tiempo libre, ni tampoco ganas de ponerme a volver a recordar los amargos dias que he pasado en éste mes de Julio que, afortunadamente, acaba de terminar, y que, pese a todo, recuerdo casi a diario sin que termine de librarme de ésta pesadilla de sucesivos dias negros.

Asi que aquí ando, como tantas noches desde hace semanas, insomne, pero afortunadamente escribiendo un poco para despejarme y ver si, por fin, el sueño me viene a visitar. La única cosa buena que veo a todo ésto es que ya estoy con la cuenta atrás para el comienzo de las vacaciones (que necesito como agua de Mayo), y que como años anteriores, me devolverán unos dias a Campillos, y la semana restante a un reconfortante retiro espiritual, fisico, y psiquico, en ésta ocasión en Portugal, en una recóndita aldea a orillas del Duero donde lo único que se oye en todo el dia son los pajaros cantando.

Y bueno, poco mas que contar. Dar las gracias a todos los que me habéis ayudado y mandado mensajes de ánimo (especialmente a Miguel). Gracias por salvarme.